ABUSO SEXUAL DE NIÑOS Y NIÑAS EN LAS ESCUELAS: PECADO COLECTIVO

La sociedad está alarmada frente a la violación del derecho a  la integridad, que han sufrido cientos de niños por parte de sus maestros, quienes prevalidos de autoridad y poder moral, han abusado sexualmente de ellos.   Se clama a Dios por castigo.  ¿Quién es culpable?

Frente a este execrable hecho, no hay un culpable.  HAY UN PECADO COLECTIVO. No hemos cumplido con nuestra responsabilidad, ni  gobierno ni  sociedad ni  familias, a pesar de Convenciones, Constitución y Códigos que nos señalan claramente la obligación de todos: papá, mamá y otros miembros de la familia, profesores, Alcaldes, Ministros, Operadores de Justicia, Medios de Comunicación,  de proteger a nuestra niñez, haciendo prevalecer el principio del interés superior de los niños, niñas y adolescentes

Los niños víctimas de abuso tienen profunda  tristeza y miedo

Si bien es cierto que corresponde al Estado garantizar a todos los ciudadanos el disfrute pleno de sus derechos constitucionalmente protegidos pero, en relación a los niños, niñas y adolescentes, la responsabilidad también la comparte la sociedad en su conjunto –Iglesia, Medios de Comunicación, Escuelas, Colegios, gremios, instituciones- y las familias.

El Código de Niñez y Adolescencia entró en vigencia en el año 2003 pero no ha habido la voluntad política ni se ha destinado recursos suficientes para que lo dispuesto en este Código se convierta en una realidad que permita el desarrollo integral y el disfrute pleno de los derechos de los niños, en un marco de libertad, dignidad y equidad.  Por el contrario, a través de reformas legales, suprimieron el Consejo Nacional de la Niñez encargado de promover  políticas públicas que en los diferentes ámbitos tenían que aplicarse a favor del ejercicio pleno de los derechos garantizados y, en consecuencia, se debilitó el sistema de protección integral de los niños y niñas.

El Estado, ni en el nivel central ni en los niveles autónomos y descentralizados, ha cumplido con el “deber prioritario de definir y ejecutar políticas, planes y programas que apoyen a la familia para cumplir con las responsabilidades especificadas” en las leyes a favor de los niños.  Los Alcaldes no han hecho funcionar los Consejos Cantonales de Derechos de Niñez que en cada cantón tenían que disponer de políticas públicas a favor del ejercicio de derechos de  niños, niñas y adolescentes.  No les ha interesado hacer funcionar las Juntas de Protección de Derechos Cantonales tampoco, que tenían potestad legal para tomar medidas inmediatas de protección frente al peligro de vulneración de un derecho. Las autoridades de educación, han creado una maraña administrativa tan ineficaz, que sólo se preocupa de llenar formularios y no de cumplir con la principal responsabilidad que es la de proteger a la niñez de la patria y prepararla para una vida plena, con respeto a su dignidad.

Las víctimas de abuso arrastran su tristeza y frustración hasta su adultez

Pero también la sociedad es culpable.  Hay medios de comunicación que  promueven programas que dan un tratamiento denigrante al cuerpo humano, promueven sexo explícito y  aplauden valores contrarios a la ética y moral públicas y nadie dice nada.

So pretexto de que “con mis niños no se metan” padres de familia irresponsables permiten que la calle o el internet sea quien se encargue de la educación de sus hijos y no atienden su clamor a tal punto que ni se dan cuenta del dolor que cargan a cuesta los niños abusados.