NATALICIO DE SIMÓN BOLÍVAR

24 de Julio de 2018.- 

Una de las características de la juventud es que se empieza a planificar la vida teniendo como horizonte sueños a los que queremos convertir en realidades.  Sin embargo, cuando la vida avanza no siempre los sueños se cristalizan pero lo importante es seguir soñando.  Cuando los sueños de nuestra juventud siguen siendo nuestros sueños de ahora,  nos convertimos en profetas, impulsando a todos hacia la construcción de una sociedad más justa, más digna y solidaria.

Bolívar fue un profeta.  Sus sueños de juventud, alentados e inspirados por su maestro Simòn Rodríguez, siguen siendo los sueños de muchos hombres y mujeres de América.  Hombres y mujeres que luchan y se afanan para una nueva Patria grande, donde los ideales de Bolívar se cristalicen para todos, pues lamentablemente aún nuestras Patrias se debaten en conflictos, en pobreza, en ignorancia y esperan todavía más líderes que ayuden a transformarla.

Bolívar, el más grande hombre de América, pudo inflamar con sus ideas a mucha gente a quienes condujo con entusiasmo y sacrificio a la conquista de una América libre, libre en todos los sentidos, no sólo independiente del gobierno español.   La inteligencia, capacidad, comprensión de la realidad y creatividad para transformarla de Bolívar pudo florecer gracias a las enseñanzas de su tutor, Simón Rodríguez.  Así pues, vemos la importancia,  influencia y responsabilidad de los maestros y maestras en la construcción de la nueva sociedad que soñamos