PATRIA Y MIGRACIÓN

PATRIA, TIERRA SAGRADA, TE NOMBRO CON EMOCIÓN.

No sé por qué pero, cuando oigo la palabra migrante, siento en el alma la nostalgia de aquellos que dejaron su país por cualquier circunstancia, y que – a pesar de amar y respetar las nuevas relaciones humanas que con tesón, sabiduría y paciencia tejieron, a pesar de cosechar los frutos de sus esfuerzos y la alegría de haber logrado encarar y triunfar en muchos desafíos- añoran esa tierra que los vio nacer, añoran su Patria.

La migración es una realidad social y económica que afecta a todos los países del mundo. La movilidad social es innata en los seres humanos, es parte de la condición de ser familia humana; la migración fluía sin contratiempos, cuando en nuestro planeta no habían fronteras: el mundo era ancho y no ajeno sino de todos.

La migración internacional ha crecido de manera notable desde el comienzos del siglo XX, tanto porque somos más seres humanos en el mundo, como porque ahora se llevan estadísticas sobre la movilidad humana. Según la ONU, se calcula que en la actualidad unas 232 millones de personas buscan en países distintos al suyo nuevas oportunidades de mejorar su vida y desarrollar sus conocimientos.

Los estados miembros de las Naciones Unidas, en octubre del año anterior, adoptaron por unanimidad una Declaración en la que reconocen la contribución importante de la migración al desarrollo mundial y aprobaron un plan para que la migración beneficie efectivamente, a todos, a los migrantes, a las sociedades de origen y también a las de destino; el objetivo es que todos los seres humanos encontremos hogar, acogida e inclusión, en cualquier sitio de esta Tierra. Claro que, la delimitación de gobiernos y fronteras y los intereses económicos, han puesto barreras a la libre movilidad de las personas aunque –paradójicamente- los gobiernos busquen que no haya barreras en la movilidad de las mercaderías.

Por ello, reconocemos que, quienes dejaron el Ecuador, por la dignidad, la seguridad y un futuro mejor para sí mismos y sus familias, cumplen una importante función como asociados en el desarrollo de nuestro país y en el del país de destino pero, esta gran contribución que realizan, no los aparta de sentir en el alma, el vacío de la ausencia, añorando la familia, las relaciones sociales, las costumbres, la música, la comida, los olores y sabores de la infancia y juventud. En resumen, añoran y tienen nostalgia por la PATRIA.

Traigo a la memoria un fragmento del poema de Ventura Ruiz Aguilera que nos hicieron aprender en la escuela:

Queriendo yo un día saber qué es la Patria Me dijo un anciano que mucho la amaba: La Patria se siente, no tiene palabras Que claro la expliquen las lenguas humanas Allí donde todas las cosas nos hablan Con voz que hasta el fondo penetra del alma Allí donde empieza la breve jornada Que al hombre en el mundo los cielos

señalan Allí donde el canto materno arrullaba La cuna que el Ángel veló de la guarda Allí donde en tierra bendita y sagrada De abuelos y padres los restos descansan Allí donde eleva su techo la casa De nuestros mayores… allí está la Patria.

Luego de leer estos versos, se nos ilumina la mente y entendemos con completa claridad la idea de Patria, la emoción que los ecuatorianos en el exterior sienten en nombrarla, que nada tiene que ver con los gobernantes ni con los protagonistas políticos y económicos del país. Y, por supuesto, entendemos el por qué del anhelo que sienten nuestros compatriotas que viven en el exterior, de unirse entre sí, para sentirse familia, para evocar un pasado histórico común, por recordar un paisaje común, por repetir alguna tradición, por experimentar una cultura común, por las vivencias que tuvieron en la niñez y juventud y que quedaron atrás. Entendemos también que, como consecuencia de lo anterior y oteando al futuro, sienten avidez, para saber más de su Patria: comprender los procesos sociales, económicos, políticos que se viven hoy en el Ecuador y la manera que estos procesos afectan el desarrollo del país y el suyo propio y el de sus familias,

Por ello, me complazco en la invitación que me ha hecho llegar mi amigo, el Ing. Alberto Negrón, de contribuir con el periódico “Noticiero Universo” del cual él es su Director General. Esta prestigiosa publicación es un medio eficaz de mantener latente la idea de Patria, de promover la solidaridad entre los ecuatorianos que viven en el exterior, de mantener vínculos culturales, sociales, políticos entre los ecuatorianos que vivimos en el territorio nacional con los que viven allende los mares y las comarcas.

Desde esta columna, trataremos de comentar los sucesos de nuestra Patria que consideramos relevantes y estar a la altura de las expectativas de mujeres y hombres valientes, que con hidalguía, trabajo fecundo y amor, han sido los embajadores de un pueblo digno que se esfuerza por contribuir a la construcción de una sociedad planetaria más justa, solidaria y equitativa.

Vayan pues mis saludos, cariño, respeto y admiración para quienes han honrado nuestra Patria, con sus esfuerzos y logros cuotidianos, contribuyendo a enaltecerla, al mismo tiempo que han contribuido al desarrollo de la gran nación que constituyen los Estados Unidos de Norteamérica.

(artículo publicado en la Revista EL UNIVERSO DE NUEVA YORK editada por el Ing. Alberto Negrón, marzo 2015)