\u00bfSABEN POR QU\u00c9 SE LLAMA CERRO SANTA ANA, AQUEL A CUYAS FALDAS SE FUND\u00d3 GUAYAQUIL EN 1547?<\/strong><\/p>\n

Como saben, este hermoso cerro que es parte de la Cordillera de Chong\u00f3n Colonche, se levanta para otear la enormidad del R\u00edo Guayas.\u00a0 A la llegada de los espa\u00f1oles se lo llamaba CERRITO VERDE.-<\/p>\n

Cuenta la leyenda que hace muchos, much\u00edsimos a\u00f1os, muchos antes de que en estas tierras vivieran los huancavilcas,\u00a0 reinaba en el lugar un Cacique despiadado y avariento \u00a0quien hab\u00eda adquirido poder y fortuna saqueando los pueblos vecinos.\u00a0 Lo \u00fanico que \u00e9l amaba en la vida era su hija, una hermosa joven que viv\u00eda muy alegre y despreocupada sin saber\u00a0 lo que hac\u00eda su padre.\u00a0 Un d\u00eda, esta ni\u00f1a cuya fama de belleza y bondad\u00a0 llegaba a remotos confines, \u00a0se enferm\u00f3 gravemente y los chamanes de los alrededores, no pod\u00edan descifrar la causa del mal y sus hierbas y conjuros no surt\u00edan efecto alguno. Desesperado el\u00a0 padre, mand\u00f3 a sus s\u00fabditos a ciudades distantes de la Cordillera y de la Selva, para que encuentren a los m\u00e1s famosos chamanes y los lleven para que cure el mal de su hija. \u00a0\u00a0As\u00ed, lleg\u00f3 un cham\u00e1n, cuyo prestigio traspasaba la Cordillera y llegaba al otro mar.\u00a0\u00a0 Luego de examinar a la princesa, el cham\u00e1n le dijo al padre:<\/p>\n

– Oh, mi Se\u00f1or, el mal de tu hija se cura s\u00f3lo si t\u00fa entregas toda tu fortuna y devuelves lo robado a sus leg\u00edtimos due\u00f1os.\u00a0\u00a0 Es la salud y el porvenir de tu hija o tus inmensas riquezas y posesiones.-\u00a0 Si no entregas todo, tu hija morir\u00e1.<\/p>\n

El rey, furioso con lo que hab\u00eda o\u00eddo, cogi\u00f3 un hacha de oro y se abalanz\u00f3 contra este cham\u00e1n impertinente que osaba pedir toda su fortuna.\u00a0 Cuando iba a desarrajar el golpe, el cham\u00e1n se hizo humo, y del humo retumb\u00f3 una voz envolvente que maldec\u00eda al rey y a su reino: -!La entra\u00f1a de la tierra te tragar\u00e1 a ti,\u00a0 a la princesa, y todos tus tesoros\u00a1 \u00a1All\u00ed permanecer\u00e1s 100 a\u00f1os al cabo de los cuales, saldr\u00e1 la princesa y, si encuentra un hombre que la ame y la prefiera por sobre todos tus riquezas, la maldici\u00f3n se termina.\u00a0 De lo contrario, volver\u00e1 a las entra\u00f1as de la Tierra y as\u00ed, cada cien a\u00f1os hasta que haya por fin un hombre sensato!<\/p>\n

Cuentan que cuando llegaron los espa\u00f1oles, despu\u00e9s de 1547, vino entre ellos un joven soldado muy apuesto quien hab\u00eda o\u00eddo que magn\u00edficos tesoros se ocultaban dentro del Cerrito Verde.\u00a0 Una tarde, buscando alguna boca de cueva, vio sentada al pie de un ciruelo, una joven hermos\u00edsima, que arreglaba sus cabellos negros mientras tocaba una ocarina de dulce sonido.\u00a0 Se acerc\u00f3 a ella y de inmediato qued\u00f3 flechado de amor.\u00a0 Se arrodill\u00f3 a sus pies, le pidi\u00f3 que se fuera a vivir con \u00e9l.-\u00a0 Entonces la joven lo mir\u00f3 dulcemente, lo tom\u00f3 de la mano. Al instante el soldado sinti\u00f3 un temblor y de inmediato se encontr\u00f3 en medio de una galer\u00eda que se abr\u00eda a un espacio donde hab\u00eda un palacio resplandeciente de oro, plata, gemas.\u00a0 Qued\u00f3 deslumbrado.\u00a0 La princesa le dijo: -Escoge, estas riquezas que puedo darte o una esposa hacendosa, cari\u00f1osa, alegre y llena de amor.\u00a0 El, la mir\u00f3 largamente y dijo, \u00a0-Una esposa as\u00ed, la encuentro en cualquier parte pero, esta riqueza es \u00fanica; prefiero la riqueza.-\u00a0 De inmediato otro estruendo lo envolvi\u00f3 y vio como un fantasma horrible se materializaba\u00a0 y con voz ronca dec\u00eda: -\u00a1T\u00fa tambi\u00e9n estar\u00e1s en las entra\u00f1as de esta tierra para siempre!\u00a0 Lecumberry, que as\u00ed se llamaba el soldado, alcanz\u00f3 a invocar a Santa Ana, patrona del pueblo espa\u00f1ol de donde proced\u00eda.-\u00a0\u00a0 Abri\u00f3 los ojos, y se vio tendido debajo del ciruelo.<\/p>\n

Cuando baj\u00f3 del Cerrito Verde, cont\u00f3 la historia a sus compa\u00f1eros y pidi\u00f3 que le pusieron Santa Ana al Cerrito, en homenaje a la Madre de Mar\u00eda que lo hab\u00eda salvado de permanecer por a\u00f1os, maldito, en la entra\u00f1a del Cerrito Verde. \u00a0\u00a0Y as\u00ed fue, desde entonces ese Cerro se llama Cerro Santa Ana.<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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