BURRO.-<\/strong><\/p>\n

En aquellas \u00e9pocas de vacaciones en Buenavista, donde los abuelos ten\u00edan hacienda, las tardes jug\u00e1bamos a La Burra, con los naipes. Lo hac\u00edamos a escondidas del abuelo pues dec\u00eda que el juego es un vicio feo.<\/p>\n

A tres cuadras de la casa de hacienda, viv\u00edan los Encalada. Todas las tardes el abuelo, sub\u00eda a tres ni\u00f1itos blancos, rubios y de ojitos claros en un burro y \u00e9l, con otro ni\u00f1o en la mano y las riendas del burro en otra, sal\u00eda de su casa y se iba a dar una vuelta por el pueblo. El abuelo y los ni\u00f1os iban bien vestidos pero sin zapatos. La gente comentaba que eran Tres Baturros en un burro. Hasta hace poco supe de d\u00f3nde ven\u00eda esa frase: hac\u00eda alusi\u00f3n a una pel\u00edcula mexicana que debi\u00f3 haber sido famosa en el a\u00f1o 1939 en que se estren\u00f3, y se trataba de tres espa\u00f1oles que migraban a M\u00e9xico para salir de la crisis econ\u00f3mica de su pa\u00eds.<\/p>\n

Un d\u00eda, hacia la seis de la tarde, regresaba la familia de visitar a los compadres que viv\u00edan en La Victoria, la parroquia vecina. Hab\u00edan sido invitados al almuerzo y, a la hora del \u00e1ngelus, a\u00fan con sol, hab\u00edan emprendido el regreso.\u00a0 Los\u00a0 j\u00f3venes y los ni\u00f1os se acomodaron en el balde de la camioneta que rauda iba dando tumbos por el camino que un\u00eda las dos poblaciones y que serpenteaba entre un mar de matas de banano. Apenas se distingu\u00edan las lucecitas de las chicharras en ese claro oscuro de esa hora de la tarde.<\/p>\n

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• A mi burro, a mi burro le duele la cabeza y el m\u00e9dico le ha dado jarabe de cerezas. A mi burro, a mi burro le duele el coraz\u00f3n y el m\u00e9dico le ha dicho que se coma un mel\u00f3n.\u00a0 A mi burro, a mi burro le duelen las orejas y el m\u00e9dico le ha dado un jarro de cerveza<\/li>\n
• A mi burro, a mi burro le duele la garganta y el m\u00e9dico le ha dado una bufanda blanca. A mi burro, a mi burro le duelen las rodillas y el m\u00e9dico le ha dado un frasco de pastillas.<\/li>\n<\/ul>\n

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  Cantaban los chicos a grito pelado, durante la traves\u00eda, cada quien siendo m\u00e1s creativo para sugerir remedios a los males del burro.<\/p>\n

  De repente, la camioneta pega un frenazo que hizo que todo el mundo se fuera para adelante lo que provoc\u00f3 que se arme un griter\u00edo.- \u00bfQu\u00e9 ha pasado? Se preguntaban todos. Pues que el chofer hab\u00eda tenido que parar a raya porque un burro estaba en medio de la carretera, muy tranquilo, impasible. \u00a0El chofer baj\u00f3 del carro maldiciendo\u00a0 \u00a0\u2013Es que no se lo ve\u00eda, no ven que es la hora del burro, hora dif\u00edcil para manejar porque no se ve ni con luces ni sin luces, todo es gris.<\/p>\n

  Varios j\u00f3venes se bajaron de la camioneta para disuadir al burro a que se mueva de la mitad del camino. \u2013 Burro necio, burro tonto, burro terco, mu\u00e9vete!\u00a0 Hasta que se movi\u00f3 el animal.<\/p>\n

  Despu\u00e9s del susto, vino el gusto y la algazara y el viaje prosigui\u00f3 con el mismo canto alegre acerca de los males de Don Burro.-\u00a0 Ese d\u00eda estaba completo, hab\u00edamos aprendido algo nuevo: la hora del burro.<\/p>\n

  La t\u00eda Guillermina, una joven dicharachera que le encantaba pasar el rato con los sobrinos, se invent\u00f3 un concurso de malas palabras.\u00a0 Ganaba el ni\u00f1o o la ni\u00f1a que pudiera decir m\u00e1s malas palabras, esto es, palabras para insultar a los dem\u00e1s o para demostrar enojo. Necio, tonto, terco, ignorante, cabeza dura, cabeza hueca, idiota, imb\u00e9cil y otras no muy olorosas pero, cuando alguien dec\u00eda: burro, \u00e9se ganaba, era el gran insulto pues burro era el compendio de todo lo que se hab\u00eda dicho.\u00a0 -Vaya boca que tienen los ni\u00f1os de ahora! Dec\u00eda Guillermina muerta de risa.<\/p>\n

  En aquellos a\u00f1os, no se hab\u00edan proclamado los derechos de los ni\u00f1os y por tanto, era normal un poco de maltrato \u201cpara que aprendan.\u201d\u00a0 As\u00ed, una tarde lleg\u00f3 muy triste Joaqu\u00edn a la casa despu\u00e9s de clases; no quer\u00eda comer y se meti\u00f3 debajo del toldo donde solito lloraba su angustia.\u00a0 Al escucharlo llorar la t\u00eda Guillermina fue a consolarlo y a preguntarle el por qu\u00e9 de sus sollozos. Joaqu\u00edn le dijo que jam\u00e1s regresar\u00eda a la escuela y que prefer\u00eda realmente ser burro que volver a la escuela para que todos los ni\u00f1os se burlen de \u00e9l. \u2013Pero, \u00bfqu\u00e9 paso? \u00bfPor qu\u00e9?\u00a0 – Es que no supe las tablas, t\u00eda Guillermina, si las estudi\u00e9 pero cuando me pregunt\u00f3 la se\u00f1orita, me olvid\u00e9,\u00a0 -Bueno, pues las vuelves a estudiar y se acab\u00f3, no es para llorar, dijo la t\u00eda.\u00a0 \u2013Pero, es que la se\u00f1orita estaba brava, me sac\u00f3 al frente, me puso un gorrito con dos orejas y todos los ni\u00f1os me cantaban: -No sabe, no sabe, tiene que aprender, orejas de burro le vamos a poner.- Y all\u00ed me dej\u00f3 durante toda la ma\u00f1ana.\u00a0 La t\u00eda pregunt\u00f3 \u2013Y, es la primera vez que pasa esto? \u2013Conmigo s\u00ed pero a algunos ni\u00f1os les han puesto el gorro con las orejas de burro. \u2013Y tu, Joaqu\u00edn, qu\u00e9 hac\u00edas cuando a un amiguito le pon\u00edan el famoso gorro? \u2013 Pues yo le cantaba la canci\u00f3n.-\u00a0\u00a0 -Ay Joaqu\u00edn! El desquite no es venganza! Y lo acurrucaba para calmarlo mientras le explicaba que no se pod\u00eda hacer a otros lo que a uno no le gusta que le hagan.\u00a0 Pero as\u00ed, entre risas y llanto, la \u00e9poca de escuela era una \u00e9poca feliz pero aprendimos tambi\u00e9n que: \u201cDe los burros, la destreza, no radica en la cabeza.\u201d<\/p>\n

  Decir burro, era realmente un insulto grave, especialmente entre los ni\u00f1os m\u00e1s peque\u00f1os que no ten\u00edan a\u00fan un l\u00e9xico tan florido.\u00a0 Hacer burradas, era hacer tonter\u00edas, tales como para ganarte un coscorr\u00f3n: regar el jarro de colada encima del arroz con menestra, quedarse dormido sobre el cuaderno y babosearlo, aguantarse las ganas de orinar hasta que se te moja el pantal\u00f3n por no perder el turno del juego, dejar la puerta abierta para que se escape el perro, no cerrar bien la llave del lavadero y permitir que se escape toda el agua del tanque, y m\u00e1s cosas por el estilo.<\/p>\n

  La t\u00eda Guillermina, si bien ten\u00eda un trato liberal con sus sobrinos, trataba de educarlos con cuentos y consejos.- Cuando alguien se abarrajaba para ganar ventana en el carro, ella le dec\u00eda \u2013El burro adelante para que no se espante!- Pues eran palabras m\u00e1gicas, se paralizaba la carrera y de ley, que a ese no le tocaba la ventana.\u00a0 Claro, todos aprend\u00edan a usar la frase, esgrimi\u00e9ndola como una espada, sea en la escuela o en la vereda.<\/p>\n

  En las escuelas de campo, en aquella \u00e9poca, s\u00f3lo hab\u00eda pizarrones negros sobre los que se escrib\u00eda con tiza. La profesora llenaba la pizarra de anotaciones y deberes.\u00a0 Si alg\u00fan ni\u00f1o o ni\u00f1a se levantaba y se paraba delante para copiar mejor, se o\u00eda un grito: -Carne de burro no es transparente!\u00a0 Tremendo insulto que pod\u00eda ocasionar una pelea muy grande.<\/p>\n

  Tambi\u00e9n cuando llegabas un poco tarde a un grupo y dec\u00edas: \u201c\u00bfQu\u00e9 pasa?\u201d \u00a0De ley alguien dec\u00eda: \u201c\u00a1Un burro por tu casa!\u201d Suficiente para levantar una oleada de ira que hac\u00eda que respondieras: \u201c\u00a1Por la m\u00eda pasa y por la tuya caga!\u201d\u00a0 Claro que eso no rimaba para nada, pero, qu\u00e9 importaba si la t\u00eda hab\u00eda dicho que el desquite no es venganza. \u00a0O cuando alguien se acercaba al grupo y\u00a0 para parecer importante comenzaba con un\u00a0\u00a0 -!Ni saben!\u00a0 El profesor se ha resfriado y no va a venir a dar la clase.\u00a0 La respuesta inmediata era \u2013Noticia vieja llegada en burro.- Suficiente para que te quedes fr\u00edo.<\/p>\n

  Teresita, que era una jovencita de unos 16 a\u00f1os, cuando quer\u00eda vengarse de alguna travesura que le hiciera alg\u00fan primo, ten\u00eda una manera elegante de insultarlo, se pon\u00eda a cantar la canci\u00f3n mexicana La Paloma que dice: -Si a tu ventana asoma una paloma, tr\u00e1tala con cari\u00f1o que es tu persona.\u201d Pero, ella la cambiaba y cantaba. \u2013Si a tu ventana asoma un burro flaco, tr\u00e1talo con cari\u00f1o que es tu retrato.\u201d \u00a0Tambi\u00e9n molestaba a los ni\u00f1os m\u00e1s peque\u00f1os, cant\u00e1ndoles: \u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0\u00a0—Borriquito como t\u00fa, que no sabe ni la u. Motivos suficientes para ir a dar las quejas a la abuela.<\/p>\n

  Cuando un chico o una chica quer\u00edan hacerle una broma a otro,\u00a0 le trataban de poner sobre la cabeza un pedazo de papel arrugado, muy despacito, para que no se diera cuenta.- Cuando lo lograban, esperaban un momento y comenzaban\u00a0 -El burro del Intendente, lleva carga y no la siente! Todo el mundo se llevaba las manos a la cabeza y, si no encontraba el papel, comenzaba a ser parte del coro que cantaba \u2013El burro del Intendente, lleva carga y no la siente!\u00a0 Cuando el aludido ca\u00eda en cuenta que se trataba de su persona, era la risotada general.<\/p>\n

  Pero no s\u00f3lo los ni\u00f1os hablaban de burros y burradas.-\u00a0 En las tertulias pol\u00edticas, cuando se refer\u00edan a dos contrincantes desiguales que peleaban entre s\u00ed, se dec\u00eda que era una \u201cpelea de tigre suelto contra burro amarrado”. Tambi\u00e9n era habitual o\u00edr decir que \u201cEl miedo no anda en burro\u201d, una frase burlona dirigida contra aquellos que se precian de ser muy valientes y, al enfrentar un verdadero peligro huyen despavoridos, o sea, no andan en burro porque \u00e9ste es demasiado lento, m\u00e1s bien salen corriendo\u00a0 como almas que lleva el diablo.<\/p>\n

  Muchas tardes de aquellas vacaciones, llov\u00eda a c\u00e1ntaros. Qu\u00e9 dicha mojarse en la lluvia y ponerse debajo del chorro del canal\u00f3n que recog\u00eda el agua del zinc del techo!\u00a0 Ya sal\u00eda la t\u00eda Guillermina y dec\u00eda que los muchachos estaban gozando como chancho en poza y como burro en aguacero. Al principio nos molestaba la broma pero, m\u00e1s era el placer de ba\u00f1arse en el aguacero que la preocupaci\u00f3n que te dijeran burro.<\/p>\n

  Tambi\u00e9n la palabra burro nos ense\u00f1\u00f3 a no criticar, a no ver la paja en el ojo ajeno si primero no sacamos la viga del nuestro.- Un d\u00eda, mi abuelita contaba que hab\u00eda recibido la visita de Do\u00f1a Pancha quien se hab\u00eda pasado la tarde diciendo lo gorda que estaba Rosario pues todas las tardes hac\u00eda siesta; que Lolita ten\u00eda un barrig\u00f3n que nunca le baj\u00f3 despu\u00e9s de dar a luz y el ni\u00f1o ya ten\u00eda dos a\u00f1os;\u00a0 que do\u00f1a Tula que vend\u00eda fritada en la esquina del parque, parec\u00eda que ella se com\u00eda todo el chancho; y as\u00ed por el estilo.\u00a0 Mi abuelo que escuchaba el comentario dijo en voz alta: -Vaya, vaya, el burro hablando de orejas.- Explico el abuelo, que la frase significa que la persona que habla criticando un aspecto o defecto de otra persona, que ella misma tiene, es como el burro que teniendo las orejas largas, se ponga a criticar las orejas largas de un conejo de campo.<\/p>\n

  Lo que si es que este animalito, es muy terco. Cuando decide no caminar, se para y no hay quien lo mueva, aunque le digan palabras dulces o le dan un fuetazo. Sin embargo, sin motivo aparente, sale corriendo, sin importarle que est\u00e9 con carga o sin ella.-\u00a0 Sin causa justificada, se pega unas rebuznadas tan largas y acongojadas, como una queja profunda que sale del alma. Por eso, a los chicos y chicas que est\u00e1n en la adolescencia, se les dice que est\u00e1n en la \u201cedad del burro.\u201d Y, muchas mam\u00e1s, fuera de quicio por algunas \u201cburradas\u201d, dicen \u2013\u201cSi este chico no rebuzna, es por milagro.\u201d\u00a0 O\u00edr eso de boca de la mam\u00e1, hace que milagrosamente el chico o la chica, vuelvan a ser los dulces ni\u00f1os en un santiam\u00e9n.<\/p>\n

  El burro, aunque lo hayamos denigrado en el uso cuotidiano de la palabra, es un animal noble, servicial, ayuda incomparable en el campo, que ha permitido poner bases de desarrollo y bienestar, como animal de carga y transporte. Aprend\u00ed a querer a los burros, por su mansedumbre, a tal punto que en el Parque Bim Bam Bum en Guayaquil, una de las atracciones m\u00e1s apetecidas era ir a dar una vuelta en burro. Pero, donde s\u00ed que aprendimos de burros y de gram\u00e1tica, es leyendo Platero y Yo, bajo la conducci\u00f3n de la Se\u00f1orita Graciela.<\/p>\n

  En fin queridos amigos, estos relatos asnales \u2013al igual que la f\u00e1bula de Iriarte- han salido, \u201cpor causalidad.\u201d<\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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