DE CÓMO LOS SAPOS LLEVARON AL TRIUNFO AL DR. VELASCO IBARRA

Hasta más allá de mediados del siglo XX, las campañas electorales para elegir Presidente de la República, se hacían con visitas de los candidatos, cantón por cantón, parroquia por parroquia, pueblo por pueblo, donde llegaban con un séquito que armaba todo un espectáculo para escuchar al candidato.-  Acuérdense que hasta esa época, no había televisión y muy pocas radios cubrían la zona rural del Guayas, de tal manera que esta visita, era muy esperada por el pueblo que tenía pocas diversiones.  La llegada del candidato era algo muy esperado y la oportunidad de socializar; así, salían niños, ancianos, hombres y mujeres, para conocer el candidato, escucharlo hablar, oír música por los altavoces; era la única oportunidad del candidato de darse a conocer, escuchar las demandas de la gente y hacer sus ofertas y promesas.

En la última campaña presidencial del Dr. José María Velasco Ibarra, bajaba con una caravana desde Quito hasta Guayaquil  y llegó a un pueblito pequeño, de muy pocas familias que se habían asentado en ese lugar, en la intersección de la carretera Durán -Tambo, que es la que llevaba a Cuenca y la Durán – Bucay, que seguía hasta Riobamba y Quito.  En ese tiempo, esa era una región agreste, de mucha vegetación, que se inundaba siempre, más aún en invierno por los desbordes del río Bulubulu.  Era el hábitat perfecto para muchos insectos, reptiles y batracios, puesto que no había muchas plantaciones y más bien, la gente de esos lugares, se dedicaba al comercio.

Velasco Ibarra dio su discurso, fogoso, impetuoso.  Era un espectáculo ver a este hombre alto, vestido elegantemente, con sombrero y con chaleco, a pesar del calor y los mosquitos.  Hablaba con pasión y vehemencia desde el balcón de la única casa de dos pisos, gesticulaba, ensalzaba al pueblo humilde y trabajador, prometía mejores carreteras, escuelas, hospitales.  La gente, emocionada, dejaba libre su pasión  cívica y  gritaba al unísono y haciendo coros: ¡LOS SAPOS CON VELASCO¡  ¡LOS SAPOS CON VELASCO¡  El espectáculo había estado a la altura misma de sus expectativas.

Aunque aparentemente imperturbable con semejantes gritos que se parecían a las acusaciones que le hacía la oposición, el tema molestó grandemente al patriarca.   Terminados los discursos, muy molesto, reprendió a los directivos de su partido:  _ ¿Por qué se ha permitido que la gente de este pueblo me ofenda a mí y a la historia?   – En mi gobierno no hay sapos, ni sapos de la Grecia, sólo patriotas que su único afán es servir a su pueblo!!!

Azorados,  los responsables del mitin le explicaron que la gente de ese pueblo estaba eufórica de pasión a su favor, le aseguraron que esos votos serían para él pero, que el grito de LOS SAPOS CON VELASCO, era sincero pues el pueblo se llamaba LA BOCA DE LOS SAPOS, debido a la cantidad de estos batracios que salían a croar de noche.

Llegó el momento de las elecciones, ganó la Presidencia de la República el Dr. Velasco Ibarra por quinta vez y, uno de sus primeros Decretos, fue cambiarle el nombre al pueblo: sería parroquia con el nombre de EL TRIUNFO.-  Así, el Dr. Velasco Ibarra quedó muy contento y satisfecho cuando volvió al pueblo y la gente le gritaba: EL TRIUNFO CON VELASCO¡¡ EL TRIUNFO CON VELASCO¡¡¡.