COSTUMBRES CULINARIAS DE ANTA\u00d1O<\/strong><\/p>\n

Hace mucho, mucho tiempo, cuando la energ\u00eda el\u00e9ctrica llegaba por horas a las ciudades y en el campo se alumbraban con l\u00e1mparas de kerosene, \u00a0las mujeres hab\u00edan desarrollado diversos modos de preservar la comida:\u00a0 la carne de res, venado, guanta, guatusa y el pescado, la abr\u00edan bien finito con afilados cuchillos, la adobaban con sal, especies, achiote y la pon\u00edan en cordeles a secar al sol o sobre el fog\u00f3n de carb\u00f3n o de le\u00f1a.-\u00a0 Estos m\u00e9todos les prove\u00edan de abundante y sabrosa prote\u00edna.\u00a0 Eran tiempos en que en cada casa se criaban gallinas, pavos, patos, cerdos, los j\u00f3venes cazaban alg\u00fan armadillo, venado o guatusa.\u00a0 Tambi\u00e9n hab\u00eda abundante pesca en los r\u00edos. \u00a0Estas ricas viandas eran la delicia de las familias que las com\u00edan \u00a0con un gran plato de arroz.\u00a0 Tal era la satisfacci\u00f3n y el bienestar de ingerir los suculentos manjares, que mi abuelo se regocijaba diciendo: –Ni la reina de Inglaterra, se puede dar estos gustos. \u00a0\u00a0<\/strong><\/p>\n

Pero mi abuelita y las dem\u00e1s se\u00f1oras de su \u00e9poca, dec\u00edan:\u00a0 Atente a huevo\u00a0 y no tomes caldo<\/strong>, esto es, el caldo les parec\u00eda que era el alimento indispensable para conservar la salud por lo que, el caldo desde entonces, es infaltable en la mesa de los ecuatorianos.\u00a0 Pero, el caldo sustancioso, el que te hace sudar de tanto alimento, deb\u00eda ser de hueso de res.\u00a0 No todas las familias ten\u00edan el privilegio de adquirir un buen hueso blanco, mejor con rodilla o chucuzuela.-\u00a0 As\u00ed que, las amas de casas campesinas, una vez que herv\u00edan el hueso, lo sacaban de la olla y lo alzaban para guardarlo;\u00a0 al d\u00eda siguiente, volv\u00edan a hervir el hueso para que el caldo tuviera buen gusto.\u00a0 Esta sopeada del hueso, pod\u00eda durar d\u00edas de d\u00edas.\u00a0 Lo curioso es que las vecinas se prestaban el hueso para darle tambi\u00e9n sabor a su sopa, cuando carec\u00edan del \u00a0\u201cgustador\u201d.<\/p>\n

Para diferenciar las comidas coste\u00f1as de las serranas, hab\u00eda un dicho: –\u00c9chale yuca al caldo y papa al cuy.<\/strong><\/p>\n

Para cocinar, se necesitaba grasa y, la m\u00e1s rica, la manteca de chancho.!!\u00a0 Por eso, en las casas siempre criaban cerdos para proveerse de carne y manteca por algunos meses.-\u00a0 En ese tiempo, los marranos eran los recicladores pues tragaban todo aquello que ya no com\u00edan las personas, a tal punto que hab\u00eda personas dedicadas a recolectar lavazas de aquellas casas que no criaban cerdos.<\/p>\n

Los chanchos crec\u00edan enormes y gordos.-\u00a0 Cuando se los sacrificaba, se recog\u00eda tres y cuatro latas de manteca.\u00a0 Mientras m\u00e1s manteca daba el chancho, mejor.-\u00a0 \u00a0Por ello, desde entonces se oye el refr\u00e1n: No es chancho que da manteca<\/strong>, cuando se quiere referir a una persona que no rinde, que no aporta, que no crea, que no innova.<\/p>\n

La manteca, adem\u00e1s de servir para fre\u00edr los diversos potajes, serv\u00eda para guardar, enterrada en ella, las salchichas y longanizas que se hac\u00eda con la carne del cerdo, delicias que se com\u00edan en las grandes ocasiones.<\/p>\n

Las abuelas, organizadoras de las faenas del hogar, sab\u00edan de gen\u00e9tica y cruzaban sus cerdas con el verraco adecuado que les permitiera lograr una prole para garantizar carne y manteca para todo el a\u00f1o y la celebraci\u00f3n de algunas fiestas patronales y c\u00edvicas.\u00a0 Era conocido entonces que:\u00a0 Catorce paren las puercas cuando el verraco es bueno.<\/strong><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

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