El sapo es un personaje en el campo, a quien se aprecia mucho.\u00a0 Tiene unos ojos inmensos y saltones, parece que est\u00e1 siempre mirando y atento a lo que pasa y, sobretodo, para abrir su bocaza y sacar rapid\u00edsimo, como un rayo, una lengua larga con la que envuelve moscas, mosquitos y otros animalitos que colman su exquisito paladar.<\/p>\n

Mi mam\u00e1 contaba que su prima Emelinda, que viv\u00eda en el campo, una noche entr\u00f3 a ba\u00f1arse en el cuarto de ba\u00f1o, que era bastante grande, con una tina con patas que quedaba al lado de un peque\u00f1o jard\u00edn interior al pie de una ventana alta. \u00a0Que cuando corri\u00f3 la cortina, tuvo la sensaci\u00f3n de que alguien la mirada. Contaba que la prima Emelinda se sent\u00eda inc\u00f3moda hasta que se encontr\u00f3 con un enorme par de ojos que la miraban fijamente. El susto de Emelinda fue muy grande, no entend\u00eda c\u00f3mo se hab\u00eda metido al ba\u00f1o ese sapo que la miraba imp\u00e1vido, con sumo inter\u00e9s.\u00a0 El susto del principio se fue disipando al ver que el sapo no se mov\u00eda lo que la hizo entusiasmar creyendo que era un pr\u00edncipe encantado.\u00a0 \u00a0Cuando se acercaba para darle el consabido beso, el sapo salt\u00f3 por la ventana que estaba abierta.\u00a0 Tal fue la decepci\u00f3n de Emelinda de que se escapara su sapo encantado, que no se cas\u00f3 jam\u00e1s, pues crey\u00f3 que el pr\u00edncipe la hab\u00eda encontrado fea.<\/p>\n

Un d\u00eda escuch\u00e9 a la Sra. Felicia contarle a mi abuela, que don Genaro hab\u00eda llegado brav\u00edsimo del monte, echando sapos y culebras por la boca, por alg\u00fan suceso.-\u00a0 No entend\u00eda yo, c\u00f3mo pod\u00eda ser eso si el tal don Genaro era un hombre peque\u00f1ito y enjuto que no pod\u00eda tener tanta alima\u00f1a guardada en su boca. Despu\u00e9s supe que eso quer\u00eda decir, cosas malas, malas palabras. Me parec\u00eda injusto con el sapo \u00a1que hasta pod\u00eda convertirse en pr\u00edncipe! \u00a0Pero, la misma do\u00f1a Felicia, cuando nos ve\u00eda con la cara embarrada de alg\u00fan dulce que ella mismo hab\u00eda hecho, nos dec\u00eda: \u201cCara sucia se muri\u00f3 con un sapo en la barriga y su madre le dec\u00eda, cara sucia de mi vida.\u201d Con eso, corr\u00edamos a lavarnos la cara.<\/p>\n

De esa mira intensa e imp\u00e1vida que tienen los sapos, se invent\u00f3 el verbo \u201csapear\u201d, esto es, estar pendientes de lo que hacen los otros.\u00a0 Cuando juegan a las cartas, se advierten entre s\u00ed los jugadores, no me sapees! \u00a0\u00a0Cuando las primas grandes conversan de enamorados y pasa la prima chica, se le advierte: cuidadito con estar sapeando.!!<\/p>\n

Pero, tambi\u00e9n sapo se les dice a los sabidos, a los que se creen muy listos y consiguen prebendas haciendo alguna trampita. \u00a0No seas sapo, loco, se le dec\u00eda a aquel que quer\u00eda entrar primero en la rayuela o a saltar la soga, en lugar de respetar el turno. No seas sapo, al que iba a la cocina pidiendo la segunda porci\u00f3n de chucula, \u201cporque me la lami\u00f3 el perro.\u201d<\/p>\n

\u201cA callarse ranas que va a hablar el sapo.\u201d\u00a0 Que odio que sent\u00edamos las ni\u00f1as cuando alg\u00fan primo o vecino, un tanto mayor que los dem\u00e1s, pegaba este grito para imponer su juego preferido.\u00a0 Claro, lo malo se aprende, dec\u00eda mi mam\u00e1, y tambi\u00e9n repet\u00edamos el mismo dicho con los hermanos menores.\u00a0 \u00a0Y hablando de hermanos menores, pues a ellos se los distra\u00eda cantando y haci\u00e9ndoles saltar: \u201cSapito sap\u00f3n, ponete calz\u00f3n, no puedo mamita, porque estoy pip\u00f3n.\u201d<\/p>\n

Lo cierto es que el sapo tambi\u00e9n era un or\u00e1culo de la llegada de las lluvias y, sobretodo, \u00fanico remedio para curar la erisipela.-\u00a0 La erisipela es una hinchaz\u00f3n rojiza, horrible y dolorosa al m\u00e1ximo que se produce generalmente en la pierna, dif\u00edcil de curar.- en el campo, se manda a ver un sapo y se pasa su fr\u00eda panza por la hinchaz\u00f3n.\u00a0 El sapo se muere, pobrecito, pero se cura la pierna. \u00a0Cuando no da resultado, se pone sobre la hinchaz\u00f3n, una tijera abierta.<\/p>\n

El SAPO tambi\u00e9n era un juego muy divertido. Consist\u00eda en una caja de madera grande, que ten\u00eda atr\u00e1s una tabla inclinada.- Sobre la caja hab\u00eda un sapo de bronce con la boca abierta y otros orificios.\u00a0 Uno se pon\u00eda a una distancia de cuatro o cinco metros y arrojaba unas fichas para que cayeran en la boca abierta del sapo.\u00a0 La ficha rodaba a distintos casilleros con puntajes. Ganaba quien acertaba a la boca del sapo, que ten\u00eda el mayor puntaje.-\u00a0 T\u00edpico que hab\u00eda un SAPO en las tiendas donde los chicos se entreten\u00edan cuando iban de compras.<\/p>\n

Pero, el refr\u00e1n que dice: \u201cQu\u00e9 culpa tiene la estaca si el sapo salta y se ensarta\u201d, para m\u00ed es lo m\u00e1ximo, para enrostrar a aquellos que se meten en l\u00edos solitos y culpan a otros.<\/p>\n

Para finalizar los cuentos de sapo, los dejo con una maravillosa poes\u00eda del dramaturgo espa\u00f1ol Alejandro Casona, que le encantaba recitar a mi t\u00edo Bol\u00edvar.<\/p>\n

ENCANTO DE LUNA Y AGUA<\/p>\n

 <\/p>\n

La luna pesca en el charco
\ncon sus anzuelos de plata.
\nEl sapo canta en la yerba,<\/p>\n

 <\/p>\n

Y el cuc\u00fa afila la voz<\/p>\n

y el pico contra las ramas.<\/p>\n

 <\/p>\n

Con su gesto de esmeralda,
\nla rana, soltera y sola;<\/p>\n

desnuda al borde del agua.
\nLa luna, quieta y redonda<\/p>\n

la rana sue\u00f1a en el agua.
\nCuc\u00fa, cuclillo,
\nRabiqu\u00edn de escoba.
\n\u00bfCu\u00e1ntos a\u00f1os faltan
\npara mi boda?
\nHabl\u00f3 el cuco desde el \u00e1rbol:
\nRana pelona,
\nChata y fondona,
\nsi quieres maridar,
\nrana pelona,
\nfofa y buchona,
\nhabr\u00e1s de saber cantar …
\nCantar y bailar
\ny llevar la luna
\ndel agua en tu ajuar.
\nEstaba la rana
\ncon la boca abierta;
\nle cay\u00f3 la luna
\ncomo una moneda.
\nChapuz\u00f3n y al charco …
\n\u00a1Hoy cant\u00f3 la rana
\nun cantar tan blanco!
\nDijo la rana: \u00a1Qu\u00e9 linda canci\u00f3n!
\nDijo el sapo: De luna y amor.
\nDijo la rana: De amor sin marido …
\nDijo el sapo: Yo caso contigo.
\nDijo la rana: Prendada me quedo.
\nDijo el sapo: De gran caballero.
\nLa rana tuvo un lucero …
\n\u00a1Mi Dios, c\u00f3mo lo besaba!
\nTodas las ma\u00f1anas viene
\na verlo la luz del alba.
\n\u00bfCu\u00e1nto me das, lucerito,
\npor que te saque del agua?
\nYo no quiero que me saques,
\nni ser estrella de plata,
\nque yo tengo sangre verde
\nde yerbas y de espada\u00f1as.<\/p>\n

\u00a1Ay, mi casita de juncos,
\nay, mi casita del agua,
\nay, con macetas de luna,
\nay, con barandales de algas! …
\nLa rana tiende pa\u00f1ales
\ny el sapo toca la flauta.<\/p>\n

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