Lagarto, cocodrilo, caim\u00e1n, de ni\u00f1a, para m\u00ed siempre fue la misma cosa: un animal feroz con unos ojos enormes, que pod\u00eda perseguirte en el agua y en la tierra. \u00a1Qu\u00e9 miedo que nos met\u00edan con estos animales, que pod\u00edan comerse entero a un cristiano! Pero, no comprend\u00edamos los ni\u00f1os c\u00f3mo es que, con lo peligrosas que eran estas criaturas, la gente pod\u00eda bailar y bailar,\u00a0 \u201cSe va el caim\u00e1n, se va el caim\u00e1n, se va para Barranquilla\u201d. Realmente incomprensible, peor que se fueran a Barranquilla, un sitio del cual ni idea ten\u00edamos de d\u00f3nde estaba.\u00a0 Lo raro que nos parec\u00eda que cuando alguno de los peque\u00f1os lloraba y lloraba, no porque le doliera algo, sino para llamar la atenci\u00f3n sobre algo que quer\u00eda, le\u00a0 dijeran que eran l\u00e1grimas de cocodrilo. \u00a1C\u00f3mo pod\u00eda llorar un cocodrilo despu\u00e9s de comerse entero a un hombre!\u00a0 \u00bfAcaso se arrepentir\u00eda?\u00a0 Pero tambi\u00e9n se dec\u00eda que \u201clagarto que traga no vomita\u201d, entonces, aunque se arrepintiera, no pod\u00eda regresar de las entra\u00f1as del monstruo al comido sujeto.<\/p>\n

Do\u00f1a Felicia, la cocinera, siempre acusaba a un chicuelo que era el encargado de dar pie en el tendal de comer como lagarto. Yo le ten\u00eda miedo al tal chicuelo. Pero el mocet\u00f3n no se dejaba, le contestaba a la do\u00f1a, -Ud., do\u00f1a Felicia, no sea lagarta, deme un poquito m\u00e1s. \u00a1Qu\u00e9 enredo se me hac\u00eda en la cabeza\u00a1<\/p>\n

Un d\u00eda, de esos en que los ni\u00f1os parece que no escuchan nada y oyen todo, jugaba en un rinc\u00f3n con alg\u00fan juguete mientras en la tertulia comentaban que el Serrano Luj\u00e1n se hab\u00eda cogido una huerta de un vecino, en la monta\u00f1a que estaba ya sembrada de caf\u00e9 y que por m\u00e1s que se hac\u00edan gestiones, no la quer\u00eda devolver puesto que tampoco el vecino ten\u00eda papeles. – Mmmm, dec\u00eda mi abuelo, -lagarto que traga, no vomita.\u00a0 Y todos asent\u00edan con la cabeza. Segu\u00edan los comentarios que el tal vecino, no quer\u00eda tampoco denunciar al Serrano ante los jueces, porque \u00e9l hab\u00eda hecho lo mismo con las tierras de una viuda. \u2013Es que entre lagartos no se pisan la cola, acot\u00f3 el t\u00edo Pancho.<\/p>\n

All\u00ed estaba yo, totalmente confundida, con estos lagartos due\u00f1os de fincas robadas, arriba en las monta\u00f1as de cerca de Chilla.<\/p>\n

Mi percepci\u00f3n sobre los lagartos cambi\u00f3 cuando en cuarto grado, le\u00edamos en un bello libro de espa\u00f1ol, con la Srta. Graciela, esta poes\u00eda de Federico Garc\u00eda Lorca, que ten\u00eda unas ilustraciones preciosas.<\/p>\n

EL LAGARTO EST\u00c1 LLORANDO<\/strong><\/p>\n

El lagarto est\u00e1 llorando.<\/em><\/p>\n

La lagarta est\u00e1 llorando.<\/em><\/p>\n

El lagarto y la lagarta<\/em><\/p>\n

con delantalitos blancos.\u00a0<\/em><\/p>\n

Han perdido sin querer<\/em><\/p>\n

su anillo de desposados.\u00a0<\/em><\/p>\n

\u00a1Ay, su anillito de plomo,<\/em><\/p>\n

ay, su anillito plomado!<\/em><\/p>\n

Un cielo grande y sin gente<\/em><\/p>\n

monta en su globo a los p\u00e1jaros.\u00a0<\/em><\/p>\n

El sol, capit\u00e1n redondo,<\/em><\/p>\n

lleva un chaleco de raso.\u00a0<\/em><\/p>\n

\u00a1Miradlos qu\u00e9 viejos son!<\/em><\/p>\n

\u00a1Qu\u00e9 viejos son los lagartos!\u00a0<\/em><\/p>\n

\u00a1Ay c\u00f3mo lloran y lloran, \u00a1ay!,<\/em><\/p>\n

\u00a0\u00a1 ay!, c\u00f3mo est\u00e1n llorando!<\/em><\/p>\n","protected":false},"excerpt":{"rendered":"

Lagarto, cocodrilo, caim\u00e1n, de ni\u00f1a, para m\u00ed siempre fue la misma cosa: un animal feroz con unos ojos enormes, que pod\u00eda perseguirte en el agua y en la tierra. \u00a1Qu\u00e9 miedo que nos met\u00edan con estos animales, que pod\u00edan comerse entero a un cristiano! Pero, no comprend\u00edamos los ni\u00f1os c\u00f3mo es que, con lo peligrosas…<\/p>\n","protected":false},"author":1,"featured_media":0,"comment_status":"open","ping_status":"open","sticky":false,"template":"","format":"standard","meta":[],"categories":[7],"tags":[],"_links":{"self":[{"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/88"}],"collection":[{"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts"}],"about":[{"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/types\/post"}],"author":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/users\/1"}],"replies":[{"embeddable":true,"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/comments?post=88"}],"version-history":[{"count":1,"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/88\/revisions"}],"predecessor-version":[{"id":89,"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/posts\/88\/revisions\/89"}],"wp:attachment":[{"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/media?parent=88"}],"wp:term":[{"taxonomy":"category","embeddable":true,"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/categories?post=88"},{"taxonomy":"post_tag","embeddable":true,"href":"https:\/\/blog.ceciliacalderon.com\/wp-json\/wp\/v2\/tags?post=88"}],"curies":[{"name":"wp","href":"https:\/\/api.w.org\/{rel}","templated":true}]}}