( ! ) Warning: call_user_func_array() expects parameter 1 to be a valid callback, function 'wp_maybe_load_embeds' not found or invalid function name in /home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-includes/class-wp-hook.php on line 303
Call Stack
#TimeMemoryFunctionLocation
10.0003355464{main}( ).../index.php:0
20.0583446656require( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-blog-header.php' ).../index.php:304
30.0583447040require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-load.php' ).../wp-blog-header.php:13
40.0584447360require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-config.php' ).../wp-load.php:50
50.0584448632require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-settings.php' ).../wp-config.php:367
60.09322646768do_action( ).../wp-settings.php:727
70.09322647144WP_Hook->do_action( ).../plugin.php:470
80.09322647144WP_Hook->apply_filters( ).../class-wp-hook.php:327
DE PAVOS Y PAVADAS – Cecilia Calderón
( ! ) Warning: call_user_func_array() expects parameter 1 to be a valid callback, function 'wp_oembed_add_discovery_links' not found or invalid function name in /home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-includes/class-wp-hook.php on line 303
Call Stack
#TimeMemoryFunctionLocation
10.0003355464{main}( ).../index.php:0
20.0583446656require( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-blog-header.php' ).../index.php:304
30.32718528792require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-includes/template-loader.php' ).../wp-blog-header.php:19
40.33178529984include( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-content/themes/mesmerize/single.php' ).../template-loader.php:106
50.33178529984mesmerize_get_header( ).../single.php:1
60.33198530736get_header( ).../templates-functions.php:141
70.33198531112locate_template( ).../general-template.php:48
80.33208531240load_template( ).../template.php:716
90.33208531688require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-content/themes/mesmerize/header.php' ).../template.php:770
100.33278540952wp_head( ).../header.php:8
110.33278540952do_action( ).../general-template.php:3015
120.33278541328WP_Hook->do_action( ).../plugin.php:470
130.33278541328WP_Hook->apply_filters( ).../class-wp-hook.php:327

( ! ) Warning: call_user_func_array() expects parameter 1 to be a valid callback, function 'wp_oembed_add_host_js' not found or invalid function name in /home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-includes/class-wp-hook.php on line 303
Call Stack
#TimeMemoryFunctionLocation
10.0003355464{main}( ).../index.php:0
20.0583446656require( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-blog-header.php' ).../index.php:304
30.32718528792require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-includes/template-loader.php' ).../wp-blog-header.php:19
40.33178529984include( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-content/themes/mesmerize/single.php' ).../template-loader.php:106
50.33178529984mesmerize_get_header( ).../single.php:1
60.33198530736get_header( ).../templates-functions.php:141
70.33198531112locate_template( ).../general-template.php:48
80.33208531240load_template( ).../template.php:716
90.33208531688require_once( '/home/ceciliacalderon.com/blog.ceciliacalderon.com/wp-content/themes/mesmerize/header.php' ).../template.php:770
100.33278540952wp_head( ).../header.php:8
110.33278540952do_action( ).../general-template.php:3015
120.33278541328WP_Hook->do_action( ).../plugin.php:470
130.33278541328WP_Hook->apply_filters( ).../class-wp-hook.php:327

DE PAVOS Y PAVADAS

DE PAVOS Y PAVADAS

 

El hijo de los vecinos de la finca de los abuelos era  un buen mozo, alto y colorado, arrogante y de buen verbo, que exhibía sus camisas a la moda y su camioneta, para encanto de las jovencitas del lugar.  Era conocido como el Pavo Calero pues, al igual que un pavo se infla de orgullo exhibiendo sus plumas ante la admiración de las féminas de la granja, don Calero se paseaba, sacando pecho, haciéndose notar, esto es, se pavoneaba.

En cambio, la hembra del pavo, que es deslucida al lado de la elegancia del macho, ha servido para que llamen pavas, pavitas, a jovencitas tímidas, que pasan desapercibidas, que no se acicalan ni se visten a la moda.  Pero, los mocetones van a conseguir “pavitas”, esto es, a enamorar chicas ingenuas, sencillas, a quienes no temen acercarse porque las muy llamativas, los asustan ya que, aunque muy “pavos” no están tan seguros de agradar a las más pizpiretas.  Así, se pavoneaban los chicos, parados alrededor de un banco del parque del pueblo mientras las “pavitas”,  conversando entre ellas, mirando el suelo y de reojo a los muchachos, se daban la vuelta al parque.

Cuando alguien va por allí, deambulando sin hacer nada, le dicen que está paveando, del verbo “pavear”.  Así se puede oír a una madre decir, déjate de andar paveando y haz pronto tus deberes.

Y, si alguien deja de asistir a un evento programado, se dice que se ha hecho “la pava”.   Cuando ves un grupo de chicos o chicas que a la hora de clases, andan por los centros comerciales o parques de la ciudad, de seguro que se hicieron la pava. ¿Quién no se acuerda de haberse hecho la pava para ir con el enamorado al cine o a pasear por el parque?

La gran regañina que daban las señoras a las muchachas de servicio, cuando andaban haraganeando y yendo de un lado a otro pretendiendo que realizaban alguna tarea del hogar, “andas como pava zonza”,  esto es, andas como aturdida, como tonta.

Y acaso los elegantes caballeros de antaño no paseaban por  la Avenida 9 de Octubre con una elegante “pava” cubriendo su testa?

Yo oía a mi abuelo hablando con el tío Pancho, de tantas cosas y cuando el tío trataba de disminuir la importancia de algún asunto, el abuelo decía, toma en serio lo que digo,  que no es “moco de   pavo”.  ¡Imagínense mi desconcierto pensando la relación entre el tema conversado y ese rojo y feo apéndice del arrogante pavo!  Mucho después investigué que el dicho venía de la época en que los hombres usaban los relojes con cadena; ésta era una provocación para los ladrones, que aprovechaban las aglomeraciones de gente para manotear el reloj y dejar  colgando la cadena que lo sujetaba. Por lo tanto, el moco de pavo, es decir la cadena, era algo de ínfimo valor.

Quizás también, por eso, cuando alguien habla cosas baladíes, tonterías, se le dice que habla “pavadas”.

A las pavas y a los pavos, se les ha hecho canción, se acuerdan de “… Como se viene la pava, en busca de su pavito…”  Pero, es Alma Fuerte quien mejor ha graficado al pavo que a pesar de su pecho inflado y su prosa, se lo acusa de espantadizo cuando en su poema PIU AVANTI nos conmina a no tener: “…la cobarde intrepidez del pavo que amaina su plumaje al menor ruido.”

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *